• 1. Dios Crea el Mundo
• 2. La familia de Dios
• 3. Sacar de lo malo algo bueno
• 4. Moisés
• 5. El pueblo de Dios
• 6. Héroes de Dios
• 7. La nación de Dios
• 8. ¡Problemas!
• 9. Canciones y dichos
• 10. Los mensajeros de Dios

• 11. Jesús, Hijo de Dios
• 12. Lo que dijo Jesús
• 13. Lo que hizo Jesús
• 14. El gran plan de Dios
• 15. Los primeros cristianos
• 16. Buenas noticias para todos
• 17. Pertenecer a Dios
  • 81. Dios actúa para nuestro bien
  • 82. El Espíritu de Dios
  • 83. La armadura de Dios
  • 84. ¡Alegraos!
  • 85. ¡No os rindáis!
• 18. Vivir según la voluntad de Dios
• 19. Siguiendo a Jesús
• 20. Siempre con Dios

Ayuda y Entrenamiento

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Las cartas de Pablo no fueron escritas en el vacío. Están dirigidas a las iglesias que él conoce y ama. La mayoría están escritas para combatir enseñanzas erróneas, alentar a los jóvenes cristianos en su fe o corregir problemas de comportamiento o relaciones. Su respuesta es enfocarse en Jesús y en lo que ha hecho.

Romanos 8 y Colosenses 1 son explicaciones clásicas de la persona y la obra de Jesús. Romanos 8 ofrece un futuro asegurado que nos recuerda que nada puede separarnos del amor de Dios.

El requisito de vivir de forma distinta es un tema común que se expresa claramente en Gálatas 5: 16-6: 10. Pablo exhorta a los creyentes a adoptar ciertos patrones de conducta, pero al mismo tiempo reconoce, como lo hace en Romanos 8, que no estamos solos: el Espíritu obra en nosotros para producir el fruto.

Si bien podemos ser atacados, podemos conocer la protección de Dios (Efesios 6: 10-20). Pablo deja en claro que hay una batalla entre Dios y Satanás, el bien y el mal. Para poder mantenerse firme frente a los ataques, sean claros o sutiles, contra los calores de Dios, él resalta la necesidad de ser proactivo en ser fuerte, mantenerse en pie y firme, estar alerta y orar en el Espíritu. Vale la pena notar que, aunque Pablo no tiene una doctrina desarrollada y explícita de la Trinidad, su pensamiento es completamente trinitario.

Filipenses 4 muestra cómo Pablo descubrió que podemos conocer la paz de Dios sin importar en qué circunstancia nos encontremos. ¿Cómo? Al alabar a Dios por lo que él es, al orar sobre la situación y al volver nuestras mentes hacia cosas positivas. Como Pablo estaba escribiendo desde la prisión, significa que puede escribir estas palabras con integridad.

En Colosenses, existía un serio riesgo de que los creyentes en Colosenses se alejaran de las verdaderas enseñanzas de su fe recién encontrada. Pablo aborda el asunto al afirmar su entusiasmo cuando recibieron por primera vez las buenas nuevas de Jesús, y luego reafirma los elementos centrales del mensaje del Evangelio.

En estas cartas, y en otras, Pablo está constantemente resolviendo las implicaciones de la muerte y resurrección de Jesús para la creencia y el comportamiento.