Antiguo Testamento
- 1. Dios Crea el Mundo
- 2. La familia de Dios
- 3. Sacar de lo malo algo bueno
- 4. Moisés
- 5. El pueblo de Dios
- 6. Héroes de Dios
- 7. La nación de Dios
- 8. ¡Problemas!
- 9. Canciones y dichos
- 10. Los mensajeros de Dios
Nuevo Testamento
Ayuda y Entrenamiento
Desafío 11 : Jesús, Hijo de Dios
- Consejos generales para este y cada reto
- Comienza
- Conecta: Las cinco historias en este reto
- Considera: Lo que este reto significa hoy
- Clarifica
- Comunica: Habla con Dios
Comienza
Al final, después de casi 2.000 años, la promesa a Abraham se cumple con el nacimiento de Jesús. Lucas lo narra detalladamente; Juan nos da la narración teológica; pero ambos establecen su nacimiento en el contexto del Antiguo Testamento. Juan, con su uso de conceptos y lenguaje de la filosofía griega, y Lucas, con su inclusión de la oración de Simeón (Lucas 2:32), enfatiza que Jesús es para todos. Para ambos (y para Mateo), Jesús es visto como la Palabra eterna, compartiendo la naturaleza de Dios, y como el hijo completamente humano de María – Palabra y carne, con un linaje familiar que se remonta hasta Adán. (Lucas 3:23-38).Elisabet y María son las personas improbables que Dios decide usar como madres para Juan y Jesús. Sin entender completamente como llegará a pasar, se comprometen a los propósitos de Dios. El nacimiento de Jesús, un evento enormemente significativo en la historia, tiene lugar en el contexto normal y corriente de un establo. Las primeras personas en conocerle fueron pastores y, a pesar de que Jesús era todavía un bebé, sus vidas fueron transformadas por el encuentro.
Juan el Bautista parece y suena un poco como un profeta del Antiguo Testamento; él une la brecha entre los eventos del Antiguo y Nuevo Testamento y actúa como un cumplimiento de la profecía, viniendo como el prometido precursor de Jesús (Lucas 3:4-6). El bautismo y tentación de Jesús lo identifican aun más como uno de nosotros, compartiendo nuestra humanidad y nuestra debilidad física. La batalla con el diablo, que comienza aquí, marcará, de diferentes maneras, toda la vida de Jesús.