• 1. Dios Crea el Mundo
• 2. La familia de Dios
• 3. Sacar de lo malo algo bueno
• 4. Moisés
• 5. El pueblo de Dios
• 6. Héroes de Dios
• 7. La nación de Dios
• 8. ¡Problemas!
• 9. Canciones y dichos
• 10. Los mensajeros de Dios

• 11. Jesús, Hijo de Dios
• 12. Lo que dijo Jesús
• 13. Lo que hizo Jesús
• 14. El gran plan de Dios
• 15. Los primeros cristianos
• 16. Buenas noticias para todos
  • 76. Saulo se encuentra con Jesús
  • 77. Llevando las buenas noticias
  • 78. Tomando decisiones
  • 79. Viajes y enseñanzas
  • 80. ¡Náufragos!
• 17. Pertenecer a Dios
• 18. Vivir según la voluntad de Dios
• 19. Siguiendo a Jesús
• 20. Siempre con Dios

Ayuda y Entrenamiento

Comienza

Saulo (o Pablo), el antagonista enojado de los seguidores de Jesús, tiene un encuentro con Jesús, es llamado por Dios, y luego, con el apoyo de otros creyentes se convierte en un creyente incondicional. Este encuentro dramático con Cristo resucitado le llevó a una transformación completa. Fue la clave que dio forma a toda su vida y ministerio futuros. Con su conversión vino el llamamiento a llevar el evangelio a 'los gentiles y sus reyes... y al pueblo de Israel' (Hechos 9:15 (NVI)). El resto de su vida estuvo dedicado a esa tarea.

Pablo es enviado desde la iglesia en Antioquía y luego seguimos el curso de su misión a una serie de ciudades en lo que hoy es el sur de Turquía. La recepción fue mixta, con considerable oposición, pero en cada pueblo dejó un número de cristianos.

Hubo un conflicto dentro de la iglesia primitiva acerca de quién 'calificó' para ser clasificado como verdadero creyente. La disputa se manejó de manera constructiva en que los creyentes se reunían, proporcionaban la oportunidad para que las personas expresen sus puntos de vista, pero permaneciendo abiertos a la guía del Espíritu Santo. Hechos 15 es un capítulo crucial porque confirma la inclusión de gentiles sin la necesidad de observar todas las complejidades de las regulaciones judías.

Los viajes posteriores de Pablo lo llevan a Grecia y finalmente a Roma. Puede estar bajo arresto, pero el firme compromiso de predicar el evangelio cualesquiera que sean sus circunstancias y por muy fuerte que sea la oposición es tan evidente como siempre. Este no fue un desafortunado final para un ministerio maravilloso. Más bien, le permitió predicar las buenas nuevas a figuras políticas más importantes.

En todo esto, es impulsado por su sentido del llamamiento de Dios sobre su vida, una experiencia viviente de Cristo resucitado, una apreciación del poder transformador del Espíritu y un sentido de la urgencia de la tarea. Estos también deben ser nuestros motivos para el ministerio.